lunes, 23 de noviembre de 2015

Tipos de Criptografía


1.- CRIPTOGRAFÍA SIMÉTRICA (CLAVE SECRETA)
    Es el sistema de cifrado más antiguo y consiste en que tanto el emisor como el receptor encriptan y desencriptan la información con una misma clave k (clave secreta) que ambos comparten. El funcionamiento es muy sencillo: el emisor cifra el mensaje con la clave k y se lo envía al receptor. Este último, que conoce dicha clave, la utiliza para desencriptar la información.


    Es importante considerar que para que el sistema sea razonablemente robusto contra ataques de tipo criptoanálisis, esta clave k ha de ser mayor de 40 bits, lo cual choca con las restricciones de exportación de tecnología criptográfica del gobierno americano, que marca los 40 bits como límite de clave para programas que utilicen este tipo de tecnología.

    Algoritmos típicos que utilizan cifrado simétrico son DES, IDEA, RC5, etc, El criptosistema de clave secreta más utilizado es el Data Encryption Standard (DES) desarrollado por IBM y adoptado por las oficinas gubernamentales estadounidenses para protección de datos desde 1977.

    Este sistema de cifrado tiene la ventaja de que es altamente eficiente, dado que los algoritmos utilizados son muy rápidos al poder implementarse tanto en hardware como en software de una forma fácil.



2.- CRIPTOGRAFÍA ASIMÉTRICA (CLAVE PÚBLICA)

    En 1976 Diffie y Hellman describieron el primer criptosistema de clave pública conocido como el cambio de clave Diffie-Hellman. Estos criptosistemas están basados en propiedades matemáticas de los números primos, que permite que cada interlocutor tenga una pareja de claves propias. De esta pareja de claves, una se denomina privada o secreta y la otra, pública. La clave privada no se transmite nunca y se mantiene secreta. La clave pública, por el contrario, se puede y se debe poner a disposición de cualquiera, dado que es imposible deducir la clave privada a partir de la pública.

    La propiedad fundamental de esta pareja de claves es que lo que se cifra con una de estas claves, se descifra con la otra. Esta potente característica asimétrica es la que permite a esta tecnología servir de base el diseño de sistemas de comunicación segura.

    Para que este sistema sea lo suficientemente robusto contra ataques de criptoanálisis, las claves han de ser de una longitud mínima de 1024 bits, siendo recomendable, en los casos que sea posible, utilizar claves de 2048 bits. De nuevo nos encontramos con el límite de 512 bits impuestos por la legislación americana para la exportación de software criptográfico.