La historia de la criptografía se remonta a miles de
años. Hasta décadas recientes, ha sido la historia de la criptografía clásica —
los métodos de cifrado que usan papel y lápiz, o quizás ayuda mecánica
sencilla. A principios del siglo XX, la invención de máquinas mecánicas y
electromecánicas complejas, como la máquina de rotores Enigma, proporcionaron
métodos de cifrado más sofisticados y eficientes; y la posterior introducción
de la electrónica y la computación ha permitido sistemas elaborados que siguen
teniendo gran complejidad.

La evolución de la criptografía ha ido de la mano de
la evolución del criptoanálisis — el arte de "romper" los códigos y
los cifrados. Al principio, el descubrimiento y aplicación del análisis de
frecuencias a la lectura de las comunicaciones cifradas ha cambiado en
ocasiones el curso de la historia. De esta manera, el telegrama Zimmermann
provocó que Estados Unidos entrara en la Primera Guerra Mundial; y la lectura,
por parte de los Aliados, de los mensajes cifrados de la Alemania nazi, puede
haber acortado la Segunda Guerra Mundial hasta dos años.
Hasta los años 70, la criptografía segura era
dominio casi exclusivo de los gobiernos. Desde entonces, dos sucesos la han
colocado de lleno en el dominio público: la creación de un estándar de cifrado
público (DES); y la invención de la criptografía asimétrica- (Hurtado
Cabrera, Historia, 2015)
